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Una rápida decisión tomó el gobierno italiano a fin de evitar que la nueva variante Ómicron se propague en el país, por lo cual hizo el llamado al uso obligatorio del tapabocas en espacios abiertos, pero además tomaron la decisión de nuevamente cerrar las discotecas, ya que con las festividades navideñas se viene una nueva oleada de contagios.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, al tener los datos estadísticos de contagios tomó la decisión con el equipo de asesores científicos y posteriormente citó al Consejo de Ministros para aprobar el decreto llamado “Decreto Festividad”, el cual tiene una lista de restricciones y disposiciones que buscan cortar la propagación del virus.
«Nos encontramos ante una variante que dobla el número de sujetos infectados y con una contagiosidad marcadamente superior a lo que habíamos aprendido», afirmó en rueda de prensa el científico Franco Locatelli, junto al ministro de Sanidad, Roberto Speranza.
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