Con ese gol agónico de Vladimir empezó la agonía de la hinchada roja que nunca se repuso de ese baldado de agua fría.
La tanda de penales no fue diferente, pues el primer cobro del DIM no se pudo concretar y la agonía se empezó a transformar en una noche oscura.
Suscríbete y recibe toda nuestra información de primera mano