#Alerta La Chiva #Deportes
Cuando Colombia aún se repone de las dolorosas imágenes de los enfrentamientos en el Campín entre seguidores de Santa Fe y Nacional, anoche, en el Atanasio Girardot y sus alrededores, los que se hacen llamar hinchas, esta vez del América de Cali, no solo intentaron robarse unas banderas o trapos del Medellín en la tribuna Oriental sino que en las afueras del estadio hurtaron varios establecimientos comerciales.
En las imágenes, grabadas por varios aficionados quienes asistieron al estadio con ganas de ver la fiesta del fútbol, presenciaron, una vez más, el bochornoso espectáculo que parece imposible de erradicar: las barras bravas.
Ni las autoridades locales, policiales ni hasta el propio Estado le han puesto freno a un virus que parece esparcirse sin remedio alguno, ni con las irrisorias e insignificantes sanciones a los vándalos que son identificados y hasta capturados, como el caso del fanático de Nacional quien, con sevicia, golpeó en la cabeza hasta dejar inconsciente a un hincha de Santa Fe.
Pero aún, cerrar las fronteras de aficionados que llegan a las ciudades provenientes de otras regiones tampoco parece menguar el problema, pues en el partido de ayer, muchos seguidores del América están radicados en Antioquia.
A la espera de las sanciones o las medidas que tomen las autoridades, en plena reactivación económica, cuando miles de familias que dependen del regreso del fútbol y los aficionados, unos pocos empañan la alegría de muchos.
¿Es el Estsdo incapaz de acabar con la violencia en los estadios?
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