El primer caso inició con una información recopilada en Australia, donde se detectó material pornográfico en la red oscura. Esta información se desplegó en 195 países entre videos y fotografías de niños que eran utilizados para explotación sexual.
Con este material probatorio se adelantó la investigación y se hallaron fotografías de una niña que estaba con un uniforme de un colegio de Medellín.
Se recaudaron estas evidencias y se dio con el paradero y la ubicación de las personas que estaban explotando 3 niños de 7 años, de 9 años y 17 meses. Su madre y una de sus tías fueron capturadas.
El segundo caso es de una niña que habría sido víctima de abuso sexual por parte de su propia madre y su padrastro.
Todo comenzó cuando la menor cumplió 8 años, en ese tiempo varios hombres empezaron a frecuentar su casa y la mujer recibía dinero a cambio de encuentros sexuales con su pequeña, en un mes pudo recibir noventa sujetos.
La niña contó que le quemaban las manos para que hiciera caso y cuando cumplió diez años quedó embarazada y su madre la obligó a abortar.
Le ataban los pies y manos a la cama a la hora de los actos sexuales, le tapaban los ojos para que no conociera a quién tenía en frente y su padrastro también abusaba de ella.
Finalmente la niña fue rescatada por su madrastra y tras un allanamiento en el barrio Manrique La Cruz, fueron capturados su madre y su padrastro, señalados de proxenetismo con menor de edad y acceso carnal abusivo con menor de 14 años.
Tras estos hechos ocurridos se siguen rastreando celulares que fueron incautados para ver qué personas compraban estos videos pornográficos y así desmantelar esta red.
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