Con un balance positivo culminó el primer clásico paisa de este año.
Ambas hinchadas compartieron la alegría del fútbol, en el que los equipos quedaron igualados a dos goles.
«Esto se da como resultado de una apuesta del alcalde Federico Gutiérrez, en un proceso en el que estamos reconstruyendo y recuperando la confianza con ambos equipos. Este clásico es una demostración de que el fútbol sí puede vivirse en paz, que no importan los colores y que es una misma pasión la que nos une y que podemos estar juntos y construir entre todos la cultura del fútbol», expresó el secretario de Juventud de Medellín, Ricardo Jaramillo.
El Atanasio Girardot se pintó de rojo y verde con una asistencia de más de 30.800 hinchas, trabajo de convivencia y fútbol en paz que viene recuperando la administración distrital con las barras de ambos equipos.
«Hemos reintegrado varias acciones para acercarnos a las barras y también de la mano de los equipos apostarle a la convivencia y demostrar que la fiesta del fútbol se puede vivir bajo la cultura de la paz tanto en el estadio como en los barrios de la ciudad», expresó el secretario de Seguridad y Convivencia Ciudadana de Medellín, Manuel Villa.
Se espera que este primer clásico no solo sea ejemplo de convivencia para los próximos, sino también sea ejemplo para que en otros estadios del país se disfrute del fútbol en paz.
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