#Alerta La Chiva #Antioquia:
Del “batacazo” por la derrota de la selección Colombia en las eliminatorias ante Uruguay, al guayabo, pero no anímico por la caída del combinado patrio, o físico, porque había ley seca. La resaca era más bien por la catástrofe natural que hoy enluta al departamento.
Las cadenas en WhatsApp y las publicaciones en Facebook apenas si dejaron ver las primeras huellas de la tragedia; el invierno, la inclemente ola invernal que ni siquiera le dio tregua al Covid 19 en Antioquia y que, en Dabeiba, en el Occidente de la región, casi borra del mapa a las veredas el Mohan, el Botón y el Cajón, donde las fuertes lluvias desencadenaron deslizamientos, el desbordamiento de la quebrada Dabeiba Vieja y una avenida torrencial que terminó con la vida de tres personas. 16 campesinos más todavía son buscados entre el lodo y los deslizamientos por los valientes equipos de rescate.
No despertamos todavía de nuestra “nueva realidad” con el Coronavirus. Un momento en el que Antioquia sigue como una de las regiones más golpeadas por la curva de contagio y en el que la media diaria anunciada por el Instituto Nacional de Salud no baja de los 1500 casos diarios, en el que, además, la ocupación de camas UCI continúa por encima del 80%, 80,53%, para ser exactos, en el que cada que hay puente festivo hay medidas restrictivas; toque de queda y ley seca, para controlar las aglomeraciones y mantener la curva en meseta, y ahora tenemos que afrontar la llegada de un crudo invierno.
Póngase en los zapatos de un campesino que vive lejos de la centralidad, que se gana la vida con lo que cultiva, que le saca provecho al ordeño de unas cuantas cabezas de ganado y al que de un momento para otro tienen que sacar en un helicóptero porque está en zona de riesgo, porque sus cultivos se los llevó el derrumbe o porque su ganado se fue en la creciente del río. Eso vivieron hoy las más de 150 personas evacuadas por la Fuerza Aérea Colombiana y por la Gobernación de Antioquia de la zona rural de Dabeiba.
No podemos olvidar a los de Urrao, allá otro río, el Penderisco, se llevó el puente de acceso a la vereda San José de Pabón, los cultivos de este sector también se perdieron y los campesinos de la zona aseguraron que sus vacas, su ganado, se los tragó la creciente.
Y así otros municipios, La Pintada, San Carlos, Ebéjico, cientos de afectados y damnificados. Un escenario que tendrá que afrontar el departamento con la pandemia a cuestas. La curva sigue en meseta y en el más reciente informe otros 1733 antioqueños resultaron positivos para Covid 19. ¿Cómo afrontar alertas rojas hospitalarias e invernales al mismo tiempo? Esa es la “nueva realidad”, no que afronta, sino que golpea a Antioquia.
Del comportamiento y la solidaridad de los paisas dependerá en alguna medida superar ambas crisis. Obediencia social para bajarle al contagio y solidaridad para dejar de pensar en cómo y por qué la selección perdió un partido de fútbol y más bien brindar el apoyo que requieran en este difícil momento los coterráneos golpeados por la pandemia y el invierno.
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