Este 6 de mayo se llevó a cabo la coronación oficial del Rey Carlos III.
Sobre la cabeza del Rey Carlos III fue colocada la suntuosa corona de San Eduardo, elaborada en el año 1661.
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Esta corona está hecha de oro solido, rubíes, amatista, zafiros, topacios, tomalinas y alcanza un peso de 2 kilogramos, lo que obliga al portador de la corona mantener firme su cabeza.
Este importante acto fue realizado por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, quien concluyó con la frase Dios Salve al Rey.
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