Detrás de cada volante de los carros particulares que se dedican al servicio de transporte a través de plataformas hay historias de vida y de vocación de trabajo que se resisten a la estigmatización.
Pese a la informalidad en la que se mueven, los conductores de estas plataformas, como este que nos topamos, son merecen una oportunidad de trabajo, por lo que piden una regulación para prestar su servicio.
Si bien en Colombia este tema parece resistirse al debate, la realidad es que cada vez esa es una forma de ganarse la vida y rebuscarse un sustento para muchas familias.
Más allá de su legitimidad, les preguntamos a nuestros lectores si consideran que Colombia debe permitir este tipo de servicio bajo algunas condiciones.
Suscríbete y recibe toda nuestra información de primera mano